Hablemos sobre la eficiencia energética.
La eficiencia energética se logra mediante técnicas y tecnologías dirigidas a optimizar y ahorrar energía dentro de una edificación.
Para ello se estudian todos los aspectos que involucran el uso de energía de un edificio con el fin de optimizar su uso.
Esos aspectos son:
- La orientación
- Intervención de la envolvente de los edificios para minimizar el uso de energía en el acondicionamiento de aire
- Uso y diseño de equipos de bajo consumo eléctrico para las distintas funciones del edificio
- Maximización de la iluminación natural
- Uso de tecnologías de iluminación de bajo consumo eléctrico
- Automatización de las funciones de la edificación.
La arquitectura solar pasiva, también es conocida como arquitectura bioclimática.
Desarrolla un conjunto de técnicas destinadas a aprovechar la energía solar para calentar las edificaciones. También a potenciar los efectos de la ventilación natural sin que haya transformación de la energía.
Esto permite que el edificio pueda absorber o disipar la energía solar para refrescar o calentar su interior según el clima donde esté ubicado.
El acondicionamiento de la temperatura de una edificación para el confort humano demanda altas cargas energéticas y eleva los costos del consumo.
Por eso esta arquitectura se convierte en una de las maneras más efectivas y económicas para climatizar y hacer que las edificaciones consuman menos energía.
Los edificios deben ser pensados con criterios de buena arquitectura, que tomen en cuenta factores climáticos, orientaciones, relaciones adecuadas con el contexto que los rodean.
Esos son el mejor principio de ahorro y conservación de la energía y de la sostenibilidad.
Tengamos en cuenta que:
En la medida en que el edificio, cualquiera sea su uso, reúna esas y otras condiciones tendrán un ciclo de vida sin demandar al medio ambiente demasiados recursos energéticos para su funcionamiento.